El pasado domingo 22 de enero, tuvimos la oportunidad de hacer realidad un compromiso adquirido desde la peregrinación de la Hermandad al Rocío en octubre de 2.016, con D. José Manuel sacerdote de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Navalcarnero.
La Hermandad, en agradecimiento a su colaboración y ayuda durante las celebraciones de la Peregrinación, le invitó a celebrar la Sabatina del mes de noviembre y le propuso visitar su pueblo y realizar una Misa Rociera con toda la feligresía.
Y allí se desplazó la Hermandad, con toda su ilusión y portando su Simpecado, acompañada por toda su Junta de Gobierno y un gran número de hermanos.
El día estaba previamente organizado y consistió en: la celebración de la Eucaristía, una visita cultural al pueblo y una comida de hermandad en un restaurante típico de Navalcarnero.
Aunque ya tuvimos la oportunidad de hacerlo personalmente, además de D. José Manuel, quiero dejar constancia y destacar a dos personas de Navalcarnero, que nos acompañaron y nos ofrecieron lo mejor para que la visita fuera un éxito y del agrado de todos. Estas son Patricia, guía local del área de turismo del Ayuntamiento y Jesús dueño del restaurante “Las Cuevas del Príncipe”, dónde se realizó la comida de hermandad.
En primer lugar, la Eucaristía se celebró a las 12:00 hrs y asistieron numerosas personas del pueblo que llenaron el templo. Participó, como era de esperar, el Coro de nuestra Hermandad.
A continuación y con la ayuda inestimable de Patricia, visitamos de su mano la Capilla de la Veracruz y la Iglesia de San Pedro, en la que recibimos todo tipo de explicaciones, quedándose corto el tiempo, pues a las 14:30hrs nos esperaban en Las Cuevas del Príncipe para comer.
La comida se celebró en un ambiente entrañable y muy del pueblo como estaba previsto, dándonos en el menú como plato principal una “Olla del Segador” típica de la tierra. El culpable de todo ello fue sin duda Jesús, propietario del restaurante.
En la sobremesa, algunos hermanos echaron unos cantes y otros se marcaron algunos bailes.
Al acabar la comida y como si nos hubiéramos quedado con ganas de más, Patricia se ofreció a enseñarnos la capilla de la Patrona de Navalcarnero, La Virgen de la Concepción, a la que se le tiene un gran respeto y devoción en todo el pueblo.
Y esto fue todo, de nuevo agradecer a todos los que lo hicieron posible y hasta la próxima.
VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO Y VIVA LA PATRONA DE NAVALCARNERO.
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